7] Y siendo que determino la inteligencia divina la existencia del bien y el mal, como ya lo discutimos, necesariamente esto debe originarse en las fuerzas superiores y posteriormente proyectar sus efectos en todas la cosas del mundo físico. Y estableció Hashem en su infinita sapiencia a estas fuerzas superiores, fundamento de todo lo existente, en un orden y un sistema que incluya todo lo inherente al TICUN (rectificación) y el KILKUL (daño) espiritual. Ellas poseen los estados del bien y del mal. El estado del bien se define por la preparación del hombre para recibir la Luz divina e iluminarse en ella. Lo contrario (el mal), será la falta de dicha preparación y por lo tanto el encubrimiento de la luz infinita.
El resultado de la rectificación producida por dichas fuerzas en todos los elementos del mundo físico, es el bien para ellas. Lo contrario EL KILKUL será lo opuesto El mal.