La purificación se halla compuesta por la generalidad de los sufrimientos que instituyo Dios, Bendito Sea, con la finalidad de evitar la insensibilidad humana y hacerlo permanecer puro y limpio, preparado para recibir el verdadero bien en el tiempo adecuado. Y de acuerdo a la intensidad de la insensibilidad alcanzada será la medida de sufrimientos que deba asumir para su purificación. Y probablemente el sufrimiento físico no se halle en capacidad de disipar dicha insensibilidad por lo que requerirá de padecimientos espirituales. Los detalles que involucra este concepto son sumamente numerosos y se hallan fuera del alcance del intelecto humano.