89) Mitzva ochenta y nueve: Prohibición de sacrificar la ofrenda de Pesaj cuando todavía hay jametz en la casa
Parashat Mishpatim
“No degollarás la sangre de mi sacrificio con sustancias leudadas…” (Shemot 23,18)
Mitzva prohibitiva que prohíbe sacrificar la ofrenda del sacrificio de pesaj el dia catorce del mes de Nisan antes de la sexta hora del día, cuando aún hay jametz (harinas leudadas) en propiedad de la persona como aprendieron los sabios del versículo “No degollarás la sangre de mi sacrificio con sustancias leudadas…” explicaron que no se debe entender junto con sustancias leudadas sino cuando aún hay Jametz en su propiedad. Esta mitzva advierte que no debe poseer jametz en el momento de sacrificar a la ofrenda al matarife, al responsable de salpicar la sangre del sacrificio, a quien quema la grasa prohibida del animal (jeleb) y a todos los integrantes del grupo que se asoció y compro este borrego para acercarlo como sacrificio de pesaj delante de Hashem.
El fundamento de esta mitzva es que por ser el establecimiento de un tiempo para cada asunto fundamental para alcanzar su cumplimiento, al ser el sacrificio de pesaj tan trascendental para el mantenimiento de nuestro judaísmo como fue explicado anteriormente en la mitzva veintiuno, encomendó Hashem que sea realizado de acuerdo a un orden y un tiempo fijo. Motivo por el cual fuimos advertidos primero a exterminar el Jametz de nuestras propiedades y recién allí llevar a cabo el sacrificio de Pesaj que representa el primer eslabón de la alegría de la fiesta de Pesaj.
Se debe cumplir esta mitzva tanto por hombres como por mujeres en tiempo que el gran templo de Jerusalén está en pie. Quien tiene en su propiedad jametz al momento de realizar el sacrificio de Pesaj, a pesar de haber transgredido esta mitzva no se habrá invalidado su sacrificio.