Pero el sendero para llegar a nuestro objetivo, en este mundo, como declaran nuestros sabios: “Es este mundo como el pasillo al mundo venidero” (Avot 4-42), y los medios que conducen al hombre a esta finalidad son los preceptos ordenados a nosotros por el Eterno, Bendito Sea Su nombre, y el lugar para llevarlos a cabo es sólo este mundo.
Por lo tanto, fue colocado el hombre en este mundo desde un principio para que con los medios nombrados que se le presentan a él aquí logre alcanzar el lugar preparado para él en el otro mundo y disfrutar ahí los beneficios por él adquiridos con éstos (los preceptos), como lo afirman nuestros Sabios: “Hoy para materializarlos y mañana para recibir la recompensa” (Trat. Eruvin 22a).