כ״ה בסיון ה׳תשפ״ב
Capítulo 11, “Aspectos de la limpieza”, (parte cuarenta y nueve) – 144
En resumen, el honor es unos de los fracasos más grandes que posee la persona y no llegará a ser un servidor fiel de su Creador todo tiempo que se preocupe de su propio honor, pues deberá disminuir la honra de los cielos por su necedad. Y esto es lo que dijo el rey David: “y me deshonré aún más que esto, y fui despreciable ante mis ojos” (Samuel 2). El verdadero honor no es sino el real conocimiento de la Torá, y así lo expresaron Nuestro Sabio: “No hay honra sino Torá, pues esta dicho: el honor los sabios heredarán” (Trat. Princ. 6), y fuera de ello es sólo un honor aparente y falso, vano y sin valor.
Y es digno del que quiera ser limpio, purificarse y limpiarse de él totalmente y entonces triunfará.
Dijo Rabi Pinjas ben Yair: la Torá nos lleva a la prudencia, la prudencia nos lleva a la agilidad, la agilidad a la limpieza, la limpieza a la abstinencia, la abstinencia a la pureza, la pureza a la devoción, la devoción a la humildad, la humildad al temor al pecado, el temor al pecado a la santidad y la santidad a la profecía.
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Leyes sobre el tema de los últimos días: Mesilat Yesharim