Capítulo 11, “Aspectos de la limpieza”, (parte veintisiete) – 122
Y ya está dicho: “El resto de Israel no cometerá iniquidad, no hablará engaños ni se encontrará en su boca una lengua mentirosa” (Sefanías 3). Y nuestros sabios afirmaron: “El sello del Señor es la verdad” (Trat. Shabat 55), y seguramente, si la verdad la eligió el Eterno para tomarla como su sello, cuan aborrecido por él será lo contrario.
Y nos previno el Señor, Bendito Sea, mucho sobre la mentira y dice: “Hablarán verdad hombre a su prójimo” (Zacarías 8). Y dice: “Estableció con misericordia su trono y se sentará sobre él con verdad” (Isaías 16). Y nos dice: “Ciertamente son Mi pueblo, mis hijos no mentirán” (Id.). Aprendes que uno depende de lo otro. Y dice: “Será llamado Jerusalén, la ciudad de la verdad” (Zacarías 8), para aumentar su importancia.