Y, en segundo lugar, otro principio de la devoción es el bienestar de la generación, pues es digno que todo piadoso que dedique sus acciones al beneficio de toda su generación, justificarlos y protegerlos. Y a esto se refiere el versículo: “Exclamen que el justo es beneficioso, y el fruto de sus obras comerán” (Isaías 3), pues toda generación come de sus frutos. Y así dijeron Nuestros Sabios: “Hay en ella árboles”, hay quien protege a su generación como un leño (Tr. Babá Batrá 15). Y verás que esta es la voluntad del Señor, que los devotos de Israel justifiquen y expíen a los espiritualmente inferiores a ellos. Y es lo que explicaron Nuestros Sabios sobre el Lulav y sus especies: “Que vengan estos y expíen por los otros” (Vaykrá Rabá 30). Pues el Eterno, Bendito Sea, no desea el exterminio de los malvados, sino que es un precepto para los piadosos, esforzarse en reivindicarlos y expiar por ellos.