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י"ח אדר ב’ התשפ"ד

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Capítulo 23, » Adquisición de la humildad» (séptima parte) /241

Tenemos como ejemplo a Ioash, quien hizo lo correcto en los ojos del Señor todo tiempo que lo guiaba Iehoiada, el sacerdote que era su maestro. Pero al morir Iehoiada sus sirvientes comenzaron a adularlo y a magnificar sus virtudes, hasta que lo asemejaron a una Divinidad, y el rey comenzó a escucharlos. Y podrás apreciar claramente, que la mayoría de príncipes, reyes o poderosos señores, en cualquier posición que se encuentren sucumben y corrompen entre la adulación de sus sirvientes.

Por lo tanto, quien posea los ojos en su cabeza, se cuidará e investigará los actos de quien quiera ser su amigo, consejero o administrador de su casa, más aún de lo que cuida la calidad de su comida o su bebida; Pues la comida o la bebida pueden dañar sólo a su cuerpo, pero sus compañeros o empleados podrán destruir su alma, sus bienes y su prestigio. Y el rey David dijo: “El que anduviere un camino integro, él me servirá. No habitará en mi casa el embustero”(Salmos 101).

Y no hay beneficio más grande para el hombre que el buscar amigos íntegros, que iluminen sus ojos en lo que no pueda ver, y lo amonesten con su amor salvándolo así de todo mal.

Pues lo que el hombre no ve por no percibir sus propias faltas, ellos lo verán, lo entenderán y lo prevendrán, pudiendo así cuidarse. Y sobre esto está dicho, “La salvación, en el incremento de los consejos” (Prov.24)

R. Moshe Jaim Luzzatto Z"L TRADUCIDO AL CASTELLANO POR EL RABBI ISAAC FADDA.

"El sendero de los rectos es apartarse del mal; el que guarda su alma preserva su camino." (Mishle 16:17)