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Capítulo 25, » Adquisición del temor» (segunda parte) /251

Encontramos entonces, que, así como la continua meditación es el medio de adquirir el temor, la falta de atención en esta meditación o su nulidad, son el obstáculo más grande, aun motivado por preocupaciones o voluntariamente. Toda falta de atención, es la nulidad del temor continuo. Y es lo que el Eterno ordeno al rey: “Y permanecerá con él y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer al Eterno su Dios” (Deuter. 18) Aprendes que el temor no se obtiene sino de la constante lectura.

Pero observa que esta dicho,” Para que aprenda a temer” y no dijo para temer; Sino porque este temor no se adquiere naturalmente, pues por lo contrario se aleja de él por la naturaleza material de sus sentidos, y sólo se adquiere por medio del estudio, y el estudio del Temor al Señor significa la asiduidad en la Torá y sus senderos sin interrupción. O sea, que reflexionará el hombre sobre esto siempre: al sentarse, al caminar, al acostarse, al levantarse, hasta que se fije en su mente esta realidad, o sea que en verdad se encuentra la Divinidad en todo lugar, y nos encontramos frente a Él en cada momento y a toda hora, y así llegará a temerlo de verdad. Y esto es lo que el rey David rezaba y decía: “Enséñame ¡Oh Señor! tu camino, y me conduciré en Tu verdad. Unifica mi corazón para temer a tu nombre” (Salmos 86).

R. Moshe Jaim Luzzatto Z"L TRADUCIDO AL CASTELLANO POR EL RABBI ISAAC FADDA.

"El sendero de los rectos es apartarse del mal; el que guarda su alma preserva su camino." (Mishle 16:17)