He aquí que el profeta Isaías clamaba sobre ello duramente pues observó que ello constituía un impedimento para que sus amonestaciones surtieran efecto y destruirá la esperanza de los pecadores, como él lo dijo: “Y ahora no os burléis por si se apretarán vuestras ligaduras” (Isaías 28-22). Y así comentaron nuestros sabios: “El frívolo se ocasiona a sí mismo sufrimientos” (Trat. Avodá Zará 18), y es lo que el mismo versículo nos dice claramente: “Se preparan para los burlones castigos” (Proverbios 19) siendo esto algo lógico, ya que quien se conmueven en su análisis y en sus estudios no necesita castigos físico pues ya se arrepentirá de sus pecados sin ello, con la fuerza de los pensamientos que nacen en su corazón por medio de lo que lee o de las amonestaciones y reproches que oye. Pero los burlones que no se impresionan de las reprimendas por la fuerza de su frivolidad, no tienen otra solucionan sino los castigos pues a ellos no podrá la burla rechazar como rechaza el reproche.
Y así, según la naturaleza del pecado y sus resultados agravó el Juez Verdadero su castigo como nos lo enseñaron nuestros sabios: “Grave es la burla que su comienzo es el sufrimiento y su fin la exterminación” (Trat. Avodá Zará 18) pues esta dicho: Por si se ajustaran vuestras ligaduras, porque un exterminio y destrucción escuché, etc.