כ״ו באדר ב׳ ה׳תשפ״ב
Capítulo 7, “Aspectos de la agilidad”, (cuarta parte) – 77
Porque la agilidad es la gran virtud de la perfección que la naturaleza del hombre la obstruye, pero quien se esfuerza y toma de ella cuando puede, en el futuro por venir la merecerá verdaderamente, pues el Creador, Bendito Sea, le otorgará en recompensa el equivalente por lo que se esforzó tras ella al cumplir su servicio divino.
Pero la agilidad continúa al comienzo de la obra, es que al aferrarse a un precepto se apresure a completarlo y no trate de aliviarse de él como quien espera descargar un pesado fardo sobre sí, sino por el temor de no concluirla.
Dijo Rabi Pinjas ben Yair: la Torá nos lleva a la prudencia, la prudencia nos lleva a la agilidad, la agilidad a la limpieza, la limpieza a la abstinencia, la abstinencia a la pureza, la pureza a la devoción, la devoción a la humildad, la humildad al temor al pecado, el temor al pecado a la santidad y la santidad a la profecía.
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Leyes sobre el tema de los últimos días: Mesilat Yesharim