ב׳ בניסן ה׳תשפ״ב
Capítulo 7, “Aspectos de la agilidad”, (octava parte) – 81
Sin embargo, la persona en la que éste deseo no arda fervientemente, su mejor sugerencia será sacudir su voluntad para que esto provoque que nazca en él un anhelo natural, pues el movimiento externo provoca al interno, y con seguridad tiene más posibilidades sobre lo externo que sobre lo interno. Y utilizando lo que está a su alcance, logrará lo que no alcanzó aún, la alegría interior, el deseo y el ansia (de servir al Señor), como producto del entusiasmo aplicado a su voluntad. Y esto es lo que el profeta solía decir: “Aprenderemos y perseguiremos el conocimiento del Señor” (Oseas 6-3) y está escrito: “Tras el Eterno andarán y rugirán como el león” (Oseas 6).
Dijo Rabi Pinjas ben Yair: la Torá nos lleva a la prudencia, la prudencia nos lleva a la agilidad, la agilidad a la limpieza, la limpieza a la abstinencia, la abstinencia a la pureza, la pureza a la devoción, la devoción a la humildad, la humildad al temor al pecado, el temor al pecado a la santidad y la santidad a la profecía.
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Leyes sobre el tema de los últimos días: Mesilat Yesharim