Pero debe saber la persona que no para el descanso se encuentra en este mundo sino para el labor y el esfuerzo. Y que no se conduzca a sí mismo sino como el obrero que realiza su trabajo para obtener su salario, como está dicho: “Jornaleros somos” (Trat. Eruvin 65), tal como los que se dirigen a la guerra en sus escuadrones que comen frugalmente, duermen en forma superficial listos siempre para entrar en combate, y sobre esto está dicho: “Pues el hombre para el empeño nació” (Job 5), y al acostumbrarse a este sendero encontrará el servicio divino sumamente liviano pues no le faltará la preparación ni la instrucción para ello.
Y de esta forma se expresaron nuestros sabios: “Así es el estudio de la Torá, pan con sal comerás, agua limitada beberás y sobre el suelo dormirás” (Trat. Princ. 6) se fundamenta en el alejamiento esencial del descanso y los placeres.