Y es una gran sabiduría lo que Moisés nuestro maestro nos enseña, al decir: “Y ahora Israel, que es lo que él Señor, tu Dios pide de ti, sino solamente que temas del Señor, tu Dios, transites sus caminos y lo ames, y que sirvas al Señor tu Dios, con todo tu corazón y toda tu alma, para guardar el mandato del Señor y sus decretos” (Deuter. 10-12). Incluyó aquí todos los aspectos del Servicio integro aceptado por el Señor, y son: el temor, transitar sus senderos, el amor, la integridad del corazón, y el cuidado de los mandamientos.
El temor, es la veneración de la Majestad Divina, que tema ante Él cómo teme aun rey grande y poderoso, humillándose ante su grandeza en cada movimiento que realice, más aún al dirigirse a Él en sus oraciones o durante el estudio de su Torá.