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י"ט אדר ב’ התשפ"ד

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Introducción (tercera parte) – 3

Y verás, si analizas la actualidad del mundo, que la mayoría de las personas de mente ágil, inteligentes y vivaces vuelcan su reflexión y observación en las sutilezas de la sabiduría y la profundidad de la meditación cada uno de acuerdo a la inclinación de su mente y a sus deseos naturales. Hay quienes se ocupan de las investigaciones de la Creación y la Naturaleza, otros se dedicarán a la técnica o a la ingeniería, otros a distintos trabajos. Y unos penetrarán en lo sagrado, o sea, el estudio de la sagrada Torá. Entre ellos habrá quien se dedique al análisis de las leyes, o a las narraciones o el dictamen de las leyes.

Pero muy pocos pertenecen a la clase que se dedica al estudio del perfeccionamiento del Servicio Divino, es decir, el amor, el temor, la comunión (con el Señor), y todos los demás, aspectos de la devoción. Y no porque estas cosas no sean fundamentales para ellos, pues si les preguntaras cada uno te responderá que son principios muy grandes, y no se imaginan a un sabio, que realmente se considere como tal, que no tenga verdaderamente clarificadas estas cosas.

Pero a causa por la que no profundizan en ello, es justamente su gran publicidad y la simpleza que para ellos reviste, hasta que no ven la necesidad de dedicarles tiempo a su contemplación.

R. Moshe Jaim Luzzatto Z"L TRADUCIDO AL CASTELLANO POR EL RABBI ISAAC FADDA.

"El sendero de los rectos es apartarse del mal; el que guarda su alma preserva su camino." (Mishle 16:17)