7. Incluso cuando el que cuenta lashon hara es creíble para el que escucha como si hubiera escuchado de dos testigos (que según la ley el testimonio de ellos es considerado como verdad), de todas formas, tiene prohibido creer en sus palabras, a no ser que sea de su beneficio esa información que entonces le será permitido sospechar. La única excepción es cuando su compañero le advierte sobre alguien que transgredió una prohibición que es conocida por todos y no hay forma de juzgarlo para bien, para que sepa y se aleje de él, que en este caso no solo está permitido sospechar sino también creer en lo que escuchó.

8. Esta permisión fue dicha solo cuando el que cuenta vio por sí mismo y no solo escuchó de otros lo que la persona hizo. El oyente solo puede creer en sus palabras, pero no contar a otros ni mucho menos causar daño, ya sea físico o económico, a la persona de la cual escuchó hablar (de todas formas, en nuestros tiempos esta ley -que una persona sea confiable como dos testigos- no se aplica y solo está permitido sospechar y no creer).