Viernes 

י"ט אדר ב’ התשפ"ד

Viernes

י"ט אדר ב’ התשפ"ד

חיפוש בארכיון

Mitzva 124) Prohibición de separar completamente la cabeza del ave ofrecida como ofrenda de pecado (jatat)

Parashat Vayikrá

“…cercenará su cabeza a la altura del cogote, pero no lo dividirá” (Vayikrá 5,8)

Mitzva que prohíbe al kohén separar la cabeza del cuerpo del ave cuando la cercene al acercarla como sacrificio denominado jatat ahof, como dice el versículo “cercenará su cabeza a la altura del cogote, pero no lo dividirá”. Cercenar significa que el Kohén le clavará su uña a la altura del cogote, donde está la tráquea, cortando ese hueso hasta llegar a las señales de kashrut del ave, las que también cortará con su uña, todas o mínimamente una de ellas en su mayoría, esta es la faena de la ofrenda del pecado de ave, en la que necesita el Kohén de no cortar todo por completo hasta separar la cabeza del cuerpo, como dice el versículo “pero no lo dividirá”.

Ya explicamos en la mitzva de la construcción del Santo Templo que no está a nuestro alcance encontrar explicación y motivo a las particularidades de las mitzvot de los sacrificios, y suficiente para nosotros dar un motivo general de los sacrificios como fue explicado anteriormente. Sin embargo, quizás se pueda explicar de acuerdo a lo simple de la escritura el motivo de esta mitzva, por ser el sacrificio del pecado de ave una ofrenda que traía el pobre, se nos encomendó en ella de no faenar al ave como se hace con el resto de los sacrificios de animales (shejita) para que no necesite el Kohén demorarse en buscar el cuchillo para la faena y revisarlo, ya que en ese tiempo anulará al pobre de su ocupación, dándonos una señal para que aprendamos que debemos apresurarnos cuando nos ocupemos en la satisfacción de las necesidades del pobre. Y para extremar al máximo la rapidez de ese proceso encomendó la escritura que comience el Kohén por el frente del cogote que es la parte más próxima a su mano, sin necesitar de dar vuelta el cogote hacia el lado de las señales de kashrut del ave. Otra cosa se simboliza con el cercenamiento con la uña en el cogote de los tórtolos y palomitas a quienes se comparó el pueblo de Israel, enseñarnos que no seamos cabezas duras. 

El asunto de separar la cabeza del cuerpo es una cuestión apropiada del embellecimiento del sacrificio, porque verdaderamente cuando la cabeza del ave está pegada a su cuerpo es más bello, y nos corresponde embellecer la ofrenda del pobre con todas nuestras fuerzas, ya que es suficiente con su pobreza, y no debemos aumentar en su miseria disminuyendo la imagen de su sacrificio.

Estos motivos están basados al fundamento que explicamos en el comienzo de las mitzvot de los sacrificios, que el fundamento de estos es hacerle adquirir a nuestras almas buenas y elevadas cualidades, y perfeccionar nuestros actos para de esa manera acostumbrarnos a ocuparnos en buenas acciones las que nos conducirán a que todos nuestros actos sean así, porque siendo la persona una creación de materia no es posible que se grabe en su alma una imagen fuerte sino por medio de sus acciones.

Se debe cumplir esta mitzva en el tiempo que el Santo Templo está de pie, por los Kohanim y por toda persona que todo quien divida la cabeza del cuerpo del jatat ahof será castigado con latigazos.

"El Rabi Simlai dijo: seiscientos trece mandamientos se le han comunicado a Moisés. Trescientos sesenta y cinco prohibiciones equivalentes al número de los días del sol, y doscientos cuarenta y ocho preceptos a cumplir, correspondientes a los miembros del cuerpo humano." (Tratado Makot 20: )