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Mitzva 263) Prohibición para los Kohanim de impurificarse con un muerto

Parashat Emor

“no se impurificarán en su pueblo” (Vaykrá 21,1)

Mitzva prohibitiva que los Kohanim se impurifiquen con un muerto, exceptuando con uno de sus parientes cercanos que explícitamente la Tora les permitió hacerlo, como dice el versículo “no se impurificarán en su pueblo”, lo que quiere decir que cualquier Kohen no se puede impurificar con un muerto.

El fundamento de la mitzva es que al ser lo Kohanim los elegidos para llevar a cabo el servicio de Hashem, Bendito Sea, fueron encomendados a alejarse de los muertos, porque el asunto de las impurezas es algo despreciable y el cuerpo de la persona muerta es la raíz más profunda de impureza (la Tora lo llama el papá de los papás de la impureza, abi abot hatuma). El motivo de esto es porque al separarse del cuerpo el alma racional solo queda materia, un pedazo de carne que solo desea lo malo y que con esta cualidad de solo ir detrás de la satisfacción de sus deseos provocó que la querida y valiosa alma pecará estando dentro del cuerpo, por ello “se entiende” que ese cuerpo impurifique todo lo que está a su alrededor, por lo que ciertamente les corresponde a los sirvientes de Hashem Bendito Sea, a alejarse de ese cuerpo impuro. Sin embargo, tienen permitido los Kohanim de impurificarse por sus seres queridos, porque son como su propia carne y los caminos de la Tora son caminos de armonía y paz, y no quiso Hashem hacerlos sufrir de más prohibiéndoles, en ese momento de tanto dolor por la pérdida física de su ser querido, acercarse al difunto y a la carpa en la que yace para volcar allí todo su sentimiento y satisfacer su espíritu con el ultimo llanto ante él.

Se debe cumplir esta mitzva por los Kohanim masculinos, en todo tiempo y lugar, pero no por las mujeres.

 

"El Rabi Simlai dijo: seiscientos trece mandamientos se le han comunicado a Moisés. Trescientos sesenta y cinco prohibiciones equivalentes al número de los días del sol, y doscientos cuarenta y ocho preceptos a cumplir, correspondientes a los miembros del cuerpo humano." (Tratado Makot 20: )