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Mitzva 87) Prohibición de incitar a un judío a la idolatría

Parashat Mishpatim

“El nombre de dioses ajenos no mencionarán, ni será escuchado a causa de tu boca “(Shemot 23,13)

Mitzva que prohíbe incitar a otro a practicar la idolatría, incluso que el mismo incitador no lo haga, esta ley se aprende del versículo que dice “El nombre de dioses ajenos no mencionarán, ni será escuchado a causa de tu boca “.

El fundamento de esta mitzva es claro y conocido por todos

La particularidad de la ley establece que quien incita a una sola persona es llamado “mesit” mientras que quien lo hace a más “mediaj”. El motivo por el cual la Tora repitió cuarenta y cuatro veces advertencias sobre la prohibición de la idolatría, estableció castigos de extrema severidad para quien se encamina detrás de ella y se expresó respecto a ella que “Dios es celoso” sobre quien la práctica, es por el daño y la bajeza que sufren las personas que adoran las idolatrías. Pero no por una necesidad de Hashem, Bendito Sea y Bendito Sea su Nombre, ya que tanto que la gente le sirva a él como no (y que sirvan a una estrella o a un ángel o a cualquiera de sus creaciones) no le provoca la más mínima diferencia en su honor Bendito Sea, porque él es la fuente del honor y el esplendor que no se aumenta ni se disminuye por ningún motivo, y aún más no, por los actos de sus mismas creaciones, las personas. El peligro al que se expone la persona que practica la idolatría es que al excluirse a sí misma de la fe en Hashem, Bendito Sea, y direcciona su cuerpo y su pensamiento detrás de lo vano, se transformará en un ser no apropiado de reposar sobre él ninguna bendición, por el contrario, será un claro receptor de la maldición, porque se habrá alejado lo más lejos posible de la máxima expresión de bondad que es Hashem claro está por lo cual no lo alcanzará, sino que el mal por todas las direcciones. Por su parte, el creador, Bendito Sea, no es el enemigo ni impedirá el bien ni esta celoso de la persona que practica la idolatría, ya que en sus manos está, en caso de así quererlo, de volver a todos, junto con el mismo mundo a la nada, sino que la expresión “Dios celoso” la Tora la utilizó de forma gráfica, que así como no hay odio más grande que el que siente la persona que envidia a la otra por lo que sea, así Hashem en relación a quien practica la idolatría, al hablar de esta manera buscó la Tora facilitar nuestra comprensión.     

Rige esta obligación tanto para hombres como para mujeres en todo lugar y tiempo.

"El Rabi Simlai dijo: seiscientos trece mandamientos se le han comunicado a Moisés. Trescientos sesenta y cinco prohibiciones equivalentes al número de los días del sol, y doscientos cuarenta y ocho preceptos a cumplir, correspondientes a los miembros del cuerpo humano." (Tratado Makot 20: )