Parashat Terumá

“…Aharón y sus hijos la arreglarán “(Shemot 27,21)

Mitzva prescriptiva de encender velas permanentemente delante de Hashem, Bendito Sea, como dice el versículo “…Aharón y sus hijos la arreglarán “, que hace referencia a las velas de la Menorá.

El fundamento de esta mitzva de haber velas encendidas permanentemente en el santuario de Hashem es para engrandecer esta sagrada casa embelleciéndola y honrándola a los ojos de los que la observan, con velas ya que así acostumbran las personas a honrar sus viviendas encendiendo velas. El propósito de engrandecer la casa de Hashem es para despertar en los corazones de los que la observan temor y humildad ante el Eterno y Su santuario. 

Las leyes de la mitzva establecen que el encendido de las velas se debe realizar incluso en el día Shabbat, claro esta que está permitido hacerlo. Cada día se debe encender cada vela y vela desde la noche hasta la mañana, para lo que se debe poner en cada una la cantidad de aceite suficiente para que no se apague antes de tiempo. Los Sabios, de bendita memoria, calcularon que la cantidad de medio lug de aceite sería suficiente incluso en las noches más largas del mes de Tebet (invierno en la tierra de Israel), mientras que en las noches más cortas de verano si sobrase no se generaría ningún inconveniente. Una parte importante de esta mitzva es lo que se llama Dishon, que es que cada vela que se apaga se debe retirar de ella su mecha y el aceite que sobró, limpiar el recipiente para luego colocar una nueva mecha y aceite para continuar con el encendido permanente. Por otro lado, las velas que no se hayan apagado se deberán efectuar los arreglos necesarios para que siga encendiendo para la mitzva del día siguiente. Esta mitzva prescriptiva de encendido y el Dishon de la Menorá se deben cumplir en la mañana y antes de anochecer. La vela del medio de la Menorá en caso de apagarse deberá ser encendida con el fuego del altar exterior, mientras que el resto de las velas se podrán encender del fuego de otra que haya quedado encendida, estirando e inclinando la mecha de una de ellas en dirección de la otra hasta que se expanda el fuego en la segunda, ya que no es honroso para la mitzva encender una de sus velas por medio de una vela sin santidad.      

Se debe cumplir esta mitzva en el tiempo que el gran templo de Jerusalén está en pie, por los Kohanim.