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Mitzva 99) Precepto para los Kohanim de ponerse sus vestiduras

Parashat Tetzavé

“…Harán vestiduras consagradas para tu hermano Aharón y para sus hijos, para que oficien ante Mí” (Shemot 28,4)

Mitzva prescriptiva por medio de la cual fueron encomendados los Kohanim de vestir ropas especiales, para su grandeza y honor, cuando sirven en el gran templo de Jerusalén como dice el versículo “…Harán vestiduras consagradas para tu hermano Aharón y para sus hijos, para que oficien ante Mí”.

El fundamento de esta mitzva es que siendo que el comportamiento de la persona es influenciado y determinado por sus propias acciones, sus pensamientos e intenciones, corresponde que el Kohén, que es el representante del pueblo para expiar los pecados de todos, concentre todos sus pensamientos e intenciones al servicio Divino. A tal fin, es conveniente que vista ropas especiales en el servicio para que cuando observe cualquier parte de su cuerpo inmediatamente recuerde y despierte en su corazón delante de quien está sirviendo. Resulta, que la función de esas ropas es semejante a la del Tefilin, mitzva en la que todo el pueblo de Israel fue encomendado, de poner filacterias en una parte de su cuerpo para hacerle recordar principios fundamentales de nuestro judaísmo. A pesar de que también los Kohanim están obligados a cumplir con la mitzva de Tefilin, por su gran trascendencia, deben también vestir esas ropas especiales. Lo explicado es también el motivo por el cual debía cubrir el largo de estas ropas todo su cuerpo, hasta un poco por encima de los tobillos, y el largo de las mangas hasta la palma de las manos. Asimismo, el sombrero de los Kohanim era de un ancho muy superior al de la cabeza y la cubría toda, para que cuando levanten su mirada lo vean y recuerden la trascendencia de su servicio. Por su parte el cinto con el que se ajustaban las ropas a su cintura era tan largo que daba muchas vueltas alrededor de la misma, resultado de lo cual lo sentían en todo momento en sus brazos, ya que producto de las vueltas el cinto se elevaba tanto hasta que en todo movimiento sus brazos lo tocaban, el motivo de todo ello era para que ni un instante saquen su atención de que están sirviendo delante de Hashem, Bendito Sea.

Aparte de lo explicado, que los servidores en el servicio del gran templo vistan esas ropas especiales representa gran honor para la casa de Hashem y para el mismo servicio, lo que trae como consecuencia el ablandar los corazones de los pecadores y su vuelta hacia Hashem.

Se debe cumplir esta mitzva en el tiempo que el gran templo de Jerusalén está en pie, por los Kohanim encargados del servicio divino. El Kohén que no sirva con las vestimentas especiales será castigado con la muerte en manos del cielo.

"El Rabi Simlai dijo: seiscientos trece mandamientos se le han comunicado a Moisés. Trescientos sesenta y cinco prohibiciones equivalentes al número de los días del sol, y doscientos cuarenta y ocho preceptos a cumplir, correspondientes a los miembros del cuerpo humano." (Tratado Makot 20: )