Entre las influencias que Dios decretó que se produzcan al ser utilizado los distintos Nombres, determinó que las mismas otorguen el poder de anular las leyes naturales a quien las utilicen.
Dichos individuos podrán relacionarse con entidades espirituales y adquirirán un conocimiento y una información superior a la del ser humano normal, así como otras ramificaciones que se producen de esta raíz.
Esto constituye la inspiración Divina (Ruaj HaKodesh) y la profecía (Nebuá), como lo desarrollaremos en el próximo capítulo, Dios mediante.
Asimismo, decreto que la transmisión de la influencia se realice por los medios que citamos, o sea los Nombres Divinos relacionados con Dios y sus respectivas influencias. Todo esto se produce al mentalizarlos -dichos nombres- o pronunciarlos, o asociarlos con otras expresiones, siempre dentro de las condiciones requeridas, como lo aclararemos más adelante, con la ayuda de Dios.