Empero obviamente, no es digno ni correcto que un ser humano común utilice el cetro Real; sobre esto dijeron Nuestros Sabios de B.M: «Quien utiliza la Corona será exterminado» (Abot 1,13). Este accionar le es permitido exclusivamente a quienes se hallan en un estado de elevación espiritual que los lleva a la cercanía de Dios y se apegan a Él; y entonces podrán hacer uso de este método para todo aquello que genere salificación del Nombre Divino y cumplimiento de Su voluntad, en la forma que sea. De otra manera, aunque quien lo utilice obtenga un resultado positivo si lo hace en la forma correcta, será castigado por su osadía.
De todas formas, ya prologamos que esto no es definitivo y esta circunscripto a los límites que la Inteligencia Superior le determinó como apropiados. Y dentro de esos mismos limites, el decreto Divino impedirá los efectos -derivados de dichos métodos- en tanto así lo disponga, debido a que el saber divino entiende que dicho impedimento es apropiado y conveniente.