3] Es asimismo posible que la revelación divina le llegue al hombre y él no lo perciba como una experiencia profética, sino que lo considere una experiencia sensorial, hasta que se intensifique la influencia profética sobre su persona y entonces reconocerá la situación en su real magnitud. De este tipo fue la revelación por medio de la cual llamo Dios a Shemuel, el profeta; y en un principio no experimento la profecía y no se posó sobre sí la Influencia Divina, sino que simplemente se revelo ante el como una voz que lo llamaba y no más. Sin embargo, posteriormente la influencia divina se posó sobre su persona y conoci6 y alcanzó la profecía en toda su dimensión.
Esto mismo ocurrió en la revelación de la zarza ante Moisés. Y en principio no apareció la Divinidad ante el sino como una experiencia sensorial y solo vio la zarza arder en llamas y Dios llamándolo con la voz del padre; y posteriormente llegó toda la influencia divina sobre su persona y alcanzo la verdadera profecía.