Aun así, un gran misterio nos revelaron Nuestros Sabios, pues de no haber abandonado las personas transgresoras el estudio de la Tora, finalmente hubiesen retornado a Dios. Pues, aunque no se hallan en capacidad de obtener ninguna influencia de Dios, como ya lo explicamos, las propias palabras de Tora poseen un grado de santidad intrínseco, de manera que, al ser estudiadas en forma constante, producirán cierta motivación espiritual la cual paulatinamente crecerá como las sombras de una luz y por ultimo lo harán retornar al bien.
A esto se refirieron Nuestros Sabios al decir: «Dice Dios] Ojalá a Mi me abandonaran y a Mi Tora observaran, pues la iluminación de ella los hará retornar al bien» (Midrash Eja Petijá 2). Y obviamente esto no está dicho sobre quien la estudia en forma capciosa y frívola o buscando la manera de tergiversar la verdad, sino por lo menos la estudia con la seriedad que les dedica a las demás disciplinas.