3] De todos estos conceptos, resultan efectos sumamente positivos para la rectificación de la creación en general.
Pues el modelo y los sistemas de la creación fueron diseñados de tal forma que, al ser la autoridad de Dios comprendida y reconocida por los seres humanos, todo tipo de prosperidad y bien existirán en el mundo.
La Bendición se incrementará y el mundo vivirá en paz.
Empero cuando los súbditos se revelan y no se someten a la autoridad Divina ni la reconocen, el bien faltará, la obscuridad prevalecerá y el mal dominará el mundo.
Estos senderos de Dios, en general, se transmiten a todas las partes de Su creación, superiores e inferiores, incluyendo las criaturas activas y, por supuesto, las pasivas, como lo citáramos en la sec. 1 (4:7).
Y el reconocimiento o no de la autoridad divina en el mundo dependen, obviamente, de la conducta humana en el mismo, como ya desarrollamos estos principios en el lugar correspondiente.
En lo que respecta a nuestro tema, en tanto exista una razón válida para que el Creador se manifieste en todo Su esplendor y reine en este mundo, esto generará bendición y prosperidad para la raza humana toda.
Y se incrementara la pureza y la iluminación Divina en el mundo, así como todo lo bueno; y las fuerzas del mal se someterán y serán doblegadas y no perjudicaran el bien en el mundo. De lo contrario, cuando Dios oculta Su presencia y no manifiesta el poder de Su autoridad, las fuerzas del mal se propagan y dominan. Como resultado de esto, el infortunio cundirá en todo aquello que se relacione con dichas fuerzas, lo que se expresa en todo lo malo que existe en el mundo.