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Sección 4, capítulo 9 «La observancia circunstancial y las bendiciones» (tercera parte) /267

2] En función de este principio fueron instituidas por Nuestros Sabios las bendiciones sobre todas las cuestiones mundanas y placeres, siendo la raíz de todas estas bendiciones la Bendición posterior al pan (Bircat Hamazon), encomendada en la misma Tora. El significado de este principio, como ya lo aclaramos más arriba, es que todas las cosas que existen en la naturaleza creada, son detalles de un todo general cuyo propósito es alcanzar la perfección. El rol que cada cosa juega en esto, dependerá del lugar que ocupa dentro del esquema de la creación, según su verdadera naturaleza.

   Empero el hombre, que va tras sus tendencias naturales y actúa de acuerdo a pautas preestablecidas para él, debe permanentemente tratar de servir a su Creador y hacer que todas sus actividades -de cualquier forma, en que las realice- se hallen dirigidas, como objetivo final a este propósito. Esto significa, que existen determinadas cosas que sirven a este propósito en forma directa en tanto que otras sirven de instrumento para las demás y asi, tras un desarrollo prolongado se alcanzará la perfección. Sin embargo, independientemente del nivel en que se hallen las cosas, será apropiado que se utilicen en función de este propósito; y aun aquello que resulte tras el desarrollo progresivo hacia el objetivo final, y no se utilizara para un propósito extraño, o sea la satisfacción de placeres mundanos e inclinaciones materiales y superfluas. Y se cuidaran todos estos conceptos dentro de los limites instituidos en la sagrada Tora y entonces todos ayudaran a alcanzar el objetivo final y serán considerados elementos de devoción.

R. Moshe Jaim Luzzatto Z"L TRADUCIDO AL CASTELLANO POR EL RABBI ISAAC FADDA.

“para que encomiende a sus hijos y a su casa después de él, a fin de que guarden el camino del Eterno, para hacer rectitud y justicia”