Lunes 

כ"ד חשון התשפ"ה

Lunes

כ"ד חשון התשפ"ה

חיפוש בארכיון

Sección 3, capitulo 1 «El alma y su actividad» (octava parte) /146

Asimismo, fue decretado por Dios, que el alma divina de la que hablamos anteriormente, se desprenda levemente durante este periodo -de descanso- de sus ligaduras físicas; y algunas partes de ella (hasta el ruaj -espíritu-) se elevan y se desprenden del cuerpo y solo la porción denominada Nefesh (alma) permanece con el espíritu inferior.

Estas partes liberadas del alma, fluctuaran en el reino espiritual allí donde le concedan hacerlo. E interactuaran y se asociaran con otras criaturas espirituales como los ángeles supervisores de la naturaleza o con los ángeles asociados a la profecía, con los Shedim (demonios), etc., dependiendo cada experiencia de una cantidad de factores.

En ocasiones, dichas experiencias son transmitidas paulatinamente hasta el espíritu inferior, estimulando la imaginación y la creación de diferentes imágenes (lo cual se puede presentar a la persona en un sueño).

Todas las cosas percibidas por el alma divina, sin embargo, pueden ser falsas o reales, dependiendo de los medios por los cuales fueron alcanzadas.

La idea misma, es transmitida y representada en forma natural; en ocasiones esta información es sumamente confusa y se presenta en forma de imágenes distorsionadas, lo cual es producto de las distintas sustancias que acceden al cerebro, y en otras la información es percibida con mucha claridad.

Las personas, algunas veces, pueden recibir información y conocimiento, por este medio, de hechos futuros.

Esto ocurre como resultado de un decreto divino, el cual determina que esta información llegue al alma superior por medio de algunos de los servidores divinos, de cualquiera de los tipos que existen; y se transmite al espíritu y posteriormente es visualizado por la imaginación en forma clara o confusa, dependiendo de lo que decrete la Suprema Inteligencia.

Sobre esto está dicho: «En un sueño y una visión nocturna…Dios abre los oídos de las personas» (Job 33).

 

R. Moshe Jaim Luzzatto Z"L TRADUCIDO AL CASTELLANO POR EL RABBI ISAAC FADDA.

“para que encomiende a sus hijos y a su casa después de él, a fin de que guarden el camino del Eterno, para hacer rectitud y justicia”