Por lo tanto, los sueños en general pueden originarse en la misma imaginación o resultar de la estimulación que ejerce el alma de acuerdo a lo que percibe.
Sin embargo, en cualquiera de estos casos el móvil se halla en alguno de los agentes espirituales que comunica la información a la Neshama y esta la retransmite a la imaginación de la manera en que ya lo describimos. Si esta fuerza espiritual es uno de los servidores de la santidad, la información transmitida será real. Empero si se tratase de una entidad opuesta -a la santidad- lo que transmite será falso.
A ello se refirieron Nuestros Sabios: «Los sueños reales se originan en los ángeles y los falsos en un Shed (demonio)» (Tal. Berajot 55).
Y en todos los casos, existe en el sueño cierta distorsión proveniente de las formas de la imaginación humana. A esto se refirieron Nuestros Sabios. al decir: «Es imposible la existencia de un sueño que no contenga información vana» (Tal. Ib.) Sin embargo, existe otra categoría de sueños, la de los sueños proféticos. A ellos nos referiremos en un capítulo aparte.