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Sección 2, capitulo 8 «La influencia de las estrellas» (primera parte) /131

Capítulo 8

DETALLES SOBRE LA PROVIDENCIA

 

1] Entre las cosas que podemos observar dentro del proceso y el sistema de la Providencia Divina, cuenta la rectitud y la justicia; como lo expresara el Salmista: «Es cetro de rectitud, el cetro de Tu reinado» (Salmos 45,7). Y está escrito: «El rey sostiene la tierra con Su justicia» (Proverbios 29,4).

Podemos comprender, sin embargo, que la voluntad real de Dios es hacer solo el bien. El ama a sus criaturas, así como un padre ama a sus hijos, solo que debido a ese mismo amor debe castigar como un padre al hijo, para finalmente beneficiarlo. Y así está dicho: «Como castiga un padre a un hijo, Dios, tu Dios, te castiga» (Deuteronomio 8,5).

Por lo tanto, el juicio y la ley Divina se originan en el amor, por lo que la disciplina de Dios no es una disciplina cruel y vengativa, sino la disciplina impartida por un padre que desea el bien de su hijo, como ya lo citamos.

Este principio posee dos corolarios, primero, el castigo mismo es mesurado y no cruel y duro; pues el amor divino hacia las criaturas suaviza el juicio con Su merced.

Segundo, en ocasiones, cuando el momento lo amerita, Dios suspende la aplicación de la justicia totalmente y actúa solo con Su merced. Como se lo expresara Dios a Moisés: «Otorgare Mi merced a quien le otorgue Mi merced, y mostrare Mi compasión a quien le muestre Mi compasión» (Éxodo 33,19).

 

R. Moshe Jaim Luzzatto Z"L TRADUCIDO AL CASTELLANO POR EL RABBI ISAAC FADDA.

“para que encomiende a sus hijos y a su casa después de él, a fin de que guarden el camino del Eterno, para hacer rectitud y justicia”