Y se encuentra incluido en ello, el fijar momentos para analizar nuestra conducta, y su perfeccionamiento como ya lo mencionamos.
Y aparte de ello, si es sabio, todo tiempo libre que le reste seguramente no lo perderá sino lo asirá inmediatamente sin cederlo para ocuparse de las cuestiones de su alma y corregir su servicio. Y este impedimento – el de las ocupaciones mundanas – aun siendo el más genérico es el más fácil de vencer y escaparse de él.