Martes 

י’ תמוז התשפ"ד

Martes

י’ תמוז התשפ"ד

חיפוש בארכיון

Octavo capítulo/22

1. Un motivo adicional porque las personas se abstienen de prestar dinero es porque temen que ellos mismos puedan necesitarlo en el futuro. Y a pesar que este argumento tiene cierta validez, ya que aquel que necesita dinero para sí mismo ciertamente tiene prioridad por sobre su compañero, esta sospecha solo es válida si la persona necesita el dinero para invertirlo en negocios que esta pronto a realizar, o cuando se abstiene de prestar por un periodo de tiempo muy largo, plazo en el que probablemente se le van a presentar oportunidades de negocios y va a necesitar del dinero para poder realizarlas. No obstante, si en el momento de la solicitud el dinero está disponible e inactivo, y su compañero necesita de un préstamo por un período corto de tiempo, no tiene que sospechar que justo en ese período se le va presentar un negocio y no va a tener el dinero para poder realizarlo, ya que esta es una presunción lejana.

2. Lo anterior fue dicho en relación a quien tiene una situación económica promedio. Sin embargo, cuando se trata de una persona rica, que tiene dinero disponible e inactivo y vienen personas confiables a pedir por su ayuda, incluso que pueda ocupar el dinero para hacer otros negocios, está obligado a prestarles. Esto, porque la mitzva de prestar dinero es una mitzva de la Torá que recae sobre toda persona (según sus posibilidades económicas) y por cuanto que los prestatarios necesitan del dinero para poder sustentarse, y la necesidad del prestador es solo el deseo de ganar más dinero del que necesita para poder vivir, en este caso no podemos decir que el dueño del dinero tiene preferencia al resto, ya que si así seria, podría exceptuarse toda su vida de cumplir esta mitzva, ya que siempre encontraría oportunidades de hacer nuevas inversiones y negocios. Si no que por el contrario, esta persona debe prestar su dinero.

 

“Te diré hombre que es Bueno y que es lo que demanda Hashem de ti,  que actúes con justicia, ames con misericordia y camines con humildad junto a tu Di-s” (Mija 6:8)