4] Dios, proporciono a la naturaleza de cada uno de esos ángeles supervisores por El creados, el poder para permanecer en sus puestos y llevar a cabo con fuerza la función que le fuese asignada. Y no podrán ser removidos de su puesto sino por medio del sistema que determino Dios. Por ejemplo, el ángel supervisor encargado de los arboles, se esforzará y tratará de mantener sus arboles; empero siendo que decreta Dios, Bendito Sea, que el encargado de los vientos incremente los mismos en la medida que se lo encomienda Dios, de esa forma se desplaza el ángel encargado de los arboles y estos son arrancados por la fuerza del viento. Y existen en estas cosas numerosos detalles y muchos niveles, pues existen entre los ángeles aquellos que se encargan de la naturaleza física de las cosas y supervisan y fortalecen los distintos aspectos y procesos de este mundo. Por sobre ellos se hallan los ángeles de los dictámenes de la recompensa, quienes dirigen a los ángeles de la naturaleza para presentar las situaciones en función de dichos dictámenes. Todo esto envuelve numerosos detalles, los cuales responden al grandioso misterio de la Providencia divina.