2] Otra de las cosas que es necesario saber, es que Su influencia se divide en dos categorías generales. Una, la conveniente al físico y la otra al espíritu del hombre.
En lo referente al físico, ya nos explayamos sobre dicha influencia y es la que controla la prosperidad y el éxito del hombre en este mundo.
En cuanto a la espiritual, incluye el intelecto humano y su razón, así como el grado de acercamiento a Dios y sus virtudes espirituales y nobleza.
El estado Optimo real en este mundo es aquel que se alcanza cuando el hombre halla la senda del saber y del servicio a Su creador. De esta forma, la verdad le será clara y evidente y la maldad se verá apartada y sometida, la mentira no existirá. Todo lo que preocupara en este mundo es la devoción a Dios; todas las virtudes existirán y se realzaran y las malas acciones serán repelidas y alejadas. Ante esta situación, prevalecerán la seguridad y la tranquilidad y no prosperará el dolor, el sufrimiento o la injuria; y Dios, Bendito Sea, extenderá Su honra abiertamente por el mundo y Sus criaturas estarán felices y dichosas ante El.
Lo opuesto a este estado óptimo del mundo existirá cuando los seres humanos se hallen inmersos en la lujuria y desprecien el saber y se alejen de él; serán escasos los que sirvan a Dios o no existirán, la verdad será ignorada y la maldad prosperara y se incrementara, el embuste y el engaño crecerán; los falsos valores se expresaran en el mundo y las virtudes serán eclipsadas debido a la propagación de las malas acciones.
Como resultado de ello, no existirá la felicidad y las criaturas carecerán de tranquilidad; se incrementará el sufrimiento y el perjuicio en el mundo. Dios no estará conforme con Sus criaturas y estas no estarán felices ante El. Desconocerán la verdadera dicha del hombre ante el Creador. En una época así, los malvados se impondrán y los buenos serán sometidos.
Por lo tanto, en Dios, Bendito Sea, se origina toda la influencia que llega al hombre, tanto en lo referente a su mundo físico como al espiritual.